
Microtornillos en ortodoncia: Todo lo que debes saber.
Microtornillos en Ortodoncia. Origen:
La introducción de los microtornillos en la ortodoncia no es algo tan reciente como pensamos. Aunque se haya puesto de moda en los últimos años, los microtornillos se utilizaron por vez primera en el año 1985. Sin embargo, la aparición de los alineadores junto con el incremento de pacientes adultos en nuestras consultas ha hecho que cada vez tengamos que afrontar casos más extremos y con más limitaciones que los pacientes en crecimiento.
Por ese motivo, los microtornillos se han convertido en un aliado perfecto en nuestro día a día para conseguir superar algunos límites que teníamos por imposibles con la ortodoncia tradicional.

Popularización de los microtornillos en ortodoncia con alineadores.
Aunque nos guste tratar cualquier tipo de maloclusión con alineadores, siempre recalcamos que somos conscientes de sus limitaciones. Y, en este aspecto, los alineadores no son tan eficaces como los brackets para resolver ciertas maloclusiones (lo mismo ocurre a la inversa con la ortodoncia fija).
Éstas limitaciones mecánicas son las que hacen que los casos se nos “atasquen, viendo cómo algunos movimientos no se consiguen por muchos refinamientos que hagamos. Muchas veces, la solución a nuestros problemas está en los microtornillos.

Aportación de los microtornillos a la ortodoncia.
No paramos de hablar de los Microtornillos, pero… ¿os habéis parado a pensar qué nos aportan? Porque, para lanzarse a usarlos, deben superar los riesgos con creces.
Un microtornillo nos da un punto de anclaje óseo, teóricamente 100% inmóvil (no siempre ocurre, en contadas ocasiones los microtornillos se desplazan en el hueso sin aumentar su movilidad) en el cual nos podemos apoyar para conseguir que los movimientos que planificamos virtualmente se expresen de una forma más predecible.

Cuándo son necesarios los microtornillos en ortodoncia:
Conociendo su utilidad, la siguiente pregunta que nos podemos plantear es: ¿Cuándo tenemos que colocarlos? Esta pregunta es más difícil de contestar, así que su respuesta será depende. Depende de varios factores, entre ellos:
• Cantidad de movimiento:
Los milímetros de movimiento que planifiquemos o, dicho de otra forma, la complejidad del movimiento planificado, determinará si necesitamos microtornillos en la ortodoncia o no para conseguirlo.
La forma más fácil de valorar su necesidad es sabiendo de forma aproximada cuáles son los rangos de movimiento predecibles con alineadores.
Por ejemplo, intrusiones posteriores de más de 2 mm o distalizaciones de más de 3 mm son valores considerados como “límite”. Cualquier movimiento que iguale o supere esos rangos nos alertará de la posibilidad de colocar uno o varios microtornillos.
• Edad del paciente:
Como comentábamos, los números se pueden usar como orientación, pero no como guía exclusiva para decidir poner microtornillos.
La edad también es un factor crítico para saber si necesitamos colocar microtornillos en la ortodoncia, ya que los movimientos en un paciente en crecimiento se van a conseguir de una forma mucho más predecible que en un paciente adulto. Tendremos este dato en cuenta en nuestras planificaciones para saber si colocaremos microtornillos o no.
• Número de dientes:
Aunque parezca una obviedad, cuantos menos dientes tengamos en la boca, menor será el anclaje disponible para mover los dientes que resten en ella.
Por eso, en casos de pacientes periodontales, con ausencias múltiples, los microtornillos serán un gran apoyo gracias al cual conseguiremos hacer ciertos movimientos que serían impensables de lograr sólo con alineadores o incluso con brackets.
• Tamaño de la corona:
Los alineadores se basan en la retención del plástico en las coronas para aplicar las fuerzas planificadas.
Cuanto más pequeñas sean las coronas, más difícil le va a resultar a los alineadores mover esos dientes. Por ejemplo, comparemos un caso donde queramos hacer un protocolo PIR, donde sus coronas de incisivos miden más de 10 mm de largo, con un caso donde sus coronas, debido al desgaste, miden aproximadamente unos 6 mm de longitud.
Si os preguntáis en qué caso se va a expresar mejor el cambio de torque, es bastante evidente. En el segundo caso, los alineadores va a funcionar mucho peor que en el primero debido a esa escasa retención y, por lo tanto, una deficiente aplicación de la fuerza.
Si colocamos microtornillos para ayudar al cambio de torque junto al tratamiento de alineadores, mejoraremos exponencialmente su predictibilidad.
• Anclaje disponible:
En pacientes donde hagamos correcciones sagitales, solemos apoyarnos en elásticos intermaxilares, ya sean de Clase II o Clase III.
Estos elásticos, dependiendo de las condiciones del paciente, no siempre serán viables o “seguros”. En aquellos pacientes donde no podamos permitirnos mesializar la arcada superior o inferior, según estemos utilizando elásticos de Clase III o Clase II respectivamente, es posible que necesitemos microtornillos para usarlos como punto alternativo de anclaje para distalar una de las arcadas y corregir la discrepancia sagital.
Conclusiones:
Con estas indicaciones terminamos el blog de hoy. Esperamos que os haya resultado muy útil y, si os ha picado el gusanillo y queréis aprender a colocarlos, no os podéis perder el curso de microtornillos en ortodoncia que haremos en Madrid los días 18 y 19 de octubre de 2024, donde tendremos un taller práctico para enseñaros a colocar diferentes tipos de microtornillos y consigas, por fin, perder el miedo a esta técnica tan necesaria.

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