
Discrepancia de Bolton: ¿Resolvemos con carillas o IPR?
Introducción
A día de hoy, cada vez son más los pacientes que optan por elegir un tratamiento de ortodoncia invisible con el objetivo de mejorar su sonrisa lo más rápido posible sin tener la más mínima idea de que, en muchas ocasiones, la sonrisa no es el principal problema a tratar.
“Quiero ponerme carillas” es también otro de los reclamos que más escuchamos cuando hablan de mejorar su sonrisa. Sabemos que, para poder conseguir objetivos estéticos en ortodoncia, todo empezará por conseguir una oclusión correcta y armónica. Una vez hayamos obtenido esta función, podremos enfocarnos en la tan deseada estética que los pacientes nos demandan.
La importancia de la oclusión
Para poder lograr estos objetivos, el primer paso es explicar al paciente que, con el tratamiento de ortodoncia, vamos a tratar de mejorar y simetrizar la oclusión (dentro de los límites esqueléticos que presente el paciente). Así conseguiremos que el aparato estomatognático pueda ejercer sus funciones correctamente durante toda la vida.
¿Qué es la discrepancia de Bolton?
Para entrar más en detalle y entender cómo funciona la oclusión, tenemos que definir la discrepancia de Bolton como un índice que nos permite calcular la discrepancia de la suma de los anchos mesiodistales de los dientes superiores e inferiores, es decir, la relación de tamaño que hay entre ambas arcadas, teniendo en cuenta que podemos clasificarlo en dos tipos:
- Índice de Bolton anterior (3-3): Discrepancia entre los dientes anteriores (de canino a canino) de la arcada superior e inferior.
- Índice de Bolton total (6-6): Discrepancia entre los dientes (de primer molar a primer molar) de ambas arcadas.
Requisitos para aplicar el índice de Bolton
De igual manera, hay ciertas normas básicas que debemos tener claras para poder entenderlo y aplicarlo clínicamente de la mejor manera posible. Veamos cuáles son:
- Solo lo podemos aplicar en dentición permanente.
- No se puede calcular el índice de Bolton si hay ausencias dentarias.
- Siempre tomaremos la arcada inferior como referencia entre ambas arcadas.
- Conocer la anatomía y proporciones de los distintos tipos de dientes.
- Tener en cuenta la raza del paciente.
Como veis, este índice no es aplicable a todos los pacientes. En aquellos casos que no cumplan todos los requisitos para calcularlo, tendremos que valorarlo de forma estimada para decidir el tratamiento adecuado.
¿Cómo aplicamos el índice de Bolton en clínica?
Ahora, en aquellos casos donde sí podamos calcular la discrepancia, nos hacemos la pregunta… ¿cómo podemos aplicarlo clínicamente para acertar en el plan de tratamiento? Muy sencillo: teniendo los mismos objetivos clínicos de siempre, lograr una funcionalidad adecuada entre ambas arcadas. Esto es, conseguir una relación molar y canina de Clase I, un resalte adecuado, unas guías de lateralidad y anterior correctas…
Con estos objetivos en mente, tenemos dos formas de lograr mejorar un índice de Bolton que no esté en norma: el IPR o reducción interproximal y reconstrucciones estéticas en los dientes que presenten un defecto de su anchura mesiodistal. Para elegir una técnica u otra, tendremos que identificar si la falta (o el exceso) de material dentario está en la arcada superior, en la inferior o en ambas.
Tratamientos según la discrepancia de Bolton
Reconstrucciones estéticas
Al tener una deficiencia, como dientes pequeños o microdónticos, la opción más estética será abrir espacios interproximales para realizar reconstrucciones, bien sea de composite o carillas. Si no las hacemos, al no tener una proporción adecuada en los tamaños mesiodistales de los dientes de ambas arcadas, será complejo cumplir todos los objetivos funcionales.

Figura 1: Ejemplo de una discrepancia de Bolton de defecto superior (dejamos espacios a distal de laterales para futuras reconstrucciones estéticas y corregir la discrepancia de Bolton).
Reducción interproximal (IPR)
Sin embargo, cuando tenemos exceso de material dentario en una de las arcadas, la solución óptima será hacer IPR para conseguir finalizar el tratamiento con una anatomía dentaria proporcionada.

Figura 2: Ejemplo de una discrepancia de Bolton de exceso inferior (realizamos IPR para corregir la discrepancia de Bolton).
Combinación de técnicas
Estas opciones no son excluyentes: habrá casos en los que podamos combinarlas. De hecho, una de las situaciones más frecuentes que vemos en clínica (incisivos laterales superiores pequeños y apiñamiento inferior) suele resolverse así.
Conclusión:
Como veis, el Índice de Bolton será siempre una herramienta de diagnóstico clave en todos nuestros tratamientos de ortodoncia. Independientemente de la maloclusión que tratemos, nos permitirá saber la forma correcta de actuar durante el plan de tratamiento para lograr los objetivos planificados.
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